Se me hace muy difícil disimular mi predilección por la nueva propuesta gastronómica del Chef Alfonso de la Espriella, Casa Escondida.
En una casa antigua del barrio de San Francisco – de esas que gracias a Dios a nadie se le ocurrió demoler para poner una torre – se encuentra una casita encantadora con terraza y jardín que recibe de manera cálida al comensal. Aunque la renovaron ligeramente, la casa mantiene su aire de antaño con un toque moderno y funcional en su interior.
La comida según el chef es «rica y casual» pero yo les diría que es riquísima, prueba de ello es que he regresado varias veces y siempre he quedado satisfecha con la comida, el servicio y los vinos. Me gusta todo, pero debo resaltar la especial maestría del chef en materia de cerdo porque estoy obsesionada con los steamed buns de puerco y salsa hoisin (la imagen destacada), los tacos de chicharrón y el codillo (para compartir entre varios) que está donde mueren las palabras!
Si no les gusta el cerdo, tienen pastas, pescados, carnes y un cordero con especias totalmente espectacular que se deshace suavemente en la boca.
La lista de vinos de la cava escondida es original, ni muy corta ni muy larga, con algunas etiquetas conocidas y otras menos lo cual me llena de emoción porque veo un esfuerzo por ofrecer una propuesta distinta ya que me aburro cuando veo las mismas etiquetas en todas partes. Si no quieren compartir una botella, tienen buena variedad de vinos por copa como este refrescante vinho verde portugués.
Les recomiendo reservar para la cena y seguirlos en sus redes sociales para saber cuándo abren para almuerzo.
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Valérie
